Estimado Aldo,
Atendiendo a su solicitud de recuperar la obra “Reviva la Revolu” le puedo decir que efectivamente se encuentra en nuestro museo, su estado de conservación es bueno y se la podemos devolver por la vía que nos ha sugerido a través de G. Mosquera, quien solo deberá establecer contacto conmigo en cuanto llegue a la Habana para proceder a la entrega formal.
Las circunstancias por las cuales la obra ha permanecido en la institución durante tanto tiempo no las he podido esclarecer pues lamentablemente ya no trabajan con nosotros los que estaban en aquellos momentos. Algunos curadores me refieren que en aquella época era normal, al concluir las exposiciones, que los artistas no recogieran las obras y entonces el museo las guardaba. En el caso de su obra no hay una referencia directa sobre el particular, quizás usted tenga más elementos, pero pienso que al final lo importante es que ha sido conservada, podrá recuperarla y continuar exhibiéndola. Conozco el proyecto en que trabaja la Fundación CIFO, con el cual colaboramos y pienso que es una buena oportunidad para usted como artista.
Le Adjunto una foto de la pieza.
Al tanto de sus comentarios,
Ana Cristina
De: aldo menendez [mailto:aldoaye@yahoo.es]
Enviado el: viernes, 15 de enero de 2016 11:34 a. m.
Para: anacristina@cubarte.cult.cu; direccion@bellasartes.co.cu; musna@cubarte.cult.cu; Rene Francisco; Gerardo Mosquera
Asunto: Reviva la Revolu
Enviado el: viernes, 15 de enero de 2016 11:34 a. m.
Para: anacristina@cubarte.cult.cu; direccion@bellasartes.co.cu; musna@cubarte.cult.cu; Rene Francisco; Gerardo Mosquera
Asunto: Reviva la Revolu
Este correo es para Ana Cristina Perera Escalona, directora del Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana.
Estimada señora: Ante todo enhorabuena por su reciente, aunque discreto, nombramiento. Tan discreto que me ha costado varios días averiguar su nombre, y así poder escribirle. En la web del museo ni siquiera aparecen los nombres de los curadores. Qué modestos son todos en esa institución. Pero tampoco hay que exagerar, digo yo, porque tanto anonimato se presta a confusión. Sin ir más lejos, llevo desde diciembre pasado enviando cartas a
musna@cubarte.cult.cu y nadie me responde, quizás porque no iban dirigidos a nadie en particular.
El motivo de esas cartas y de la presente, es reclamar la devolución de la obra Reviva la revolu,desaparecida en el museo hace 27 años, y que ha reaparecido en el mismo, según me informaron Gerardo Mosquera y René Francisco. Estoy seguro de que la dirección del museo se proponía contactar conmigo en algún momento para notificarme su aparición, pero también es lógico pensar que, después de 27 años creyéndola perdida, esté impaciente por tener la obra conmigo.
Quiero que se me envíe la pieza cuanto antes, en el estado en que se encuentre, sin restaurar o intervenir en ella, y me interesa conocer las circunstancias de su aparición. El museo tiene otras obras mías, adquiridas en el año 90-91, pero la pieza Reviva la revolu se extravió en el museo después de la muestra colectiva Suave y Fresco, o eso me dijeron cuando fui a recogerla. Nunca fue adquirida y yo deseo conservarla, así que no veo motivo para retrasar el asunto.
Saludos,
Aldo Damián Menéndez
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Hoy a las 2:27 PM
Para Ana Cristina Perera Escalona
Muchas gracias, Ana Cristina, por tan rápida y eficiente gestión; estoy impresionado. Ya le escribí a Mosquera, pero aún no ha respondido. Debe ser que ya llegó a Cuba y le cuesta conectarse a la red.
Es lamentable el atraso de la isla en ese sentido, y preocupante los prejuicios de las autoridades contra Internet, a la que creen diabólica. ¿Sabía usted que la policía política me detuvo en La Habana, en diciembre de 2013, por recoger firmas para una petición cívica destinada a Raúl Castro, con el objeto de liberar el acceso a Internet en Cuba? Pues así fue, y desde entonces no me dejan entrar al país.
No es que me muera de ganas de visitar las ruinas de las ruinas donde nací, pero allí están mi madre -la pintora Nélida López-, mi hermano, y lo que queda de los viejos amigos que se quedaron. La comida es grasienta, las calles apestan, la gente está loca y los policías ejercen de jueces y creen en el diablo colorado, pero figúrese, es mi país.
Disculpe que le descargue mis cuitas a usted, que recién conozco y que tan amable ha sido conmigo, pero es que no tengo a nadie más a quién recurrir. Ni la cónsul de Cuba en Madrid, ni los anónimos oficiales de inmigración que impidieron que bajara del avión en el aeropuerto José Martí el año pasado, me supieron explicar porqué diablos un cubano sin antecedentes penales, ni cuentas pendientes con la justicia de ninguna parte, no puede pisar su tierra.
Quizás usted, que es una persona humana, práctica y eficiente, con madera de ministro, me pueda ayudar a desentrañar este estigma. Agradecido de antemano y deseándole éxito y armonía,
Aldo Damián Menéndez
Carta abierta segunda y primera parte:
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