jueves, 6 de junio de 2013

CIBERPALADARES EN CUBA. Las mentiras del régimen sobre Internet.

El martes 4 de Junio de 2013, el ministerio de comunicaciones y la compañía de telecomunicaciones de Cuba, ETECSA, estrenaron 118 nuevas salas de navegación en diferentes ciudades de la isla, con un precio de conexión a Internet que, si bien es ligeramente más bajo que de costumbre _antes costaba entre 6 y 14 cuc por hora y ahora 4,50 cuc_, continúa siendo prohibitivo para la mayoría de los cubanos, cuyo salario medio mensual es de 20 dólares, aproximadamente. 

El gobierno de Castro justifica estos precios desmedidos _sobre todo en un país supuestamente socialista_, alegando que necesitan recuperar la enorme inversión realizada, para poder continuar ampliando y mejorando los servicios de telecomunicaciones e internet para el pueblo. Sin embargo, ese argumento no se sostiene desde un punto de vista económico y tampoco explica otros aspectos oscuros o como mínimo, arbitrarios, del modo en que están dosificando y controlando el acceso a la temida y al mismo tiempo deseada red.



Los millones invertidos en el cable de fibra óptica entre Cuba y Venezuela y la infraestructura dentro de la isla, no salieron del bolsillo de los hermanos Castro, ni de las arcas del PCC( Partido Comunista de Cuba ), sino del petróleo robado al pueblo venezolano; de las ganancias obtenidas del turismo y demás industrias cubanas con el trabajo de los extremadamente mal pagados trabajadores de Cuba; de los abusivos impuestos sobre las ganancias de los trabajadores por cuenta propia y sobre las remesas de dinero enviadas por familiares desde el exilio; y de los también abusivos precios de los envíos de paquetes postales, de las llamadas telefónicas internacionales, de los servicios de telefonía móvil y hasta de los medicamentos y productos donados al pueblo cubano por organizaciones y personas solidarias de otros países y que son vendidos por el estado cubano dentro de la isla. 

Es el pueblo cubano y no su gobierno quién debe recuperar su inversión disfrutando de un acceso a internet al mínimo costo, como debería ser, al menos teóricamente, en un verdadero país libre, socialista y revolucionario.


Por otra parte, hasta el más obtuso de los economistas puede darse cuenta de que para recuperar cualquier inversión lo que hace falta es brindar facilidades a los clientes para que consuman, no obstáculos para que florezca la competencia( en este caso del mercado negro de antenas y conexiones ilegales, ya que ETECSA tiene el monopolio absoluto de las telecomunicaciones en el país ). En Cuba existen ahora poco más de 300 salas de navegación para una población de 11 millones de habitantes, pero el estreno de las nuevas salas no provocó tumultos, ni siquiera colas, como sería lógico esperar, ya que el precio de conexión a la red por hora es la cuarta parte de lo que gana un cubano en un mes, que ya de por sí no le alcanza para cubrir las necesidades más básicas de alimentación, ropa, higiene y transporte, mucho menos para conectarse a internet, por muy grandes que sean sus deseos de conocer lo que sucede en el mundo( ya que la prensa cubana no contempla ese objetivo ), promocionar su trabajo o negocio, comunicarse con sus seres queridos en el extranjero, etc.


Si el precio de conexión a Internet fuera de 1 cuc por hora, todavía seguiría siendo caro, en comparación con el sueldo medio de un cubano, pero seguramente las salas de navegación estarían abarrotadas y las colas darían la vuelta a las manzanas, y en poco tiempo el gobierno de Castro podría sacarle de nuevo al pueblo cubano el dinero invertido, y reinvertirlo en otros proyectos útiles, como viviendas nuevas, arreglar las calles, los acueductos, etc. 

Pero el miedo que le tienen los Castro a Internet es tan grande, que prefieren perder un buen negocio a perder la isla completa. Y prueba de ello es que impiden que los cubanos puedan contratar servicios domésticos de conexión a internet, lo cual sería la solución perfecta a todo el asunto, desde un punto de vista económico, pues el estado se ahorraría los gastos de instalación y los equipos _que serían financiados directamente por los clientes_, además de los locales, el personal, la electricidad, mantenimiento y demás gastos de cada sala de navegación estatal. 




Y en todo caso, las salas de navegación podrían ser mucho más numerosas y rentables si, en vez de ser estatales, el gobierno ofreciera a los trabajadores por cuenta propia la posibilidad de adquirir licencias para montar cibercafés que, sin duda, serían más baratos, eficientes y originales, como lo son las paladares( restaurantes por cuenta propia ) en comparación con los restaurantes del gobierno. ¿Se imaginan lo agradable que sería tomarse un buen café o un batido de frutas o saborear unos tamales con una cerveza fría mientras compartes con tus amigos y familiares en facebook, ves un video gracioso o un artículo interesante, o actualizas tu página comercial desde un cibercafé o ciberpaladar frente al Malecón habanero, en la Bahía de Cienfuegos o en una esquina de la Villa de Trinidad? ¿No aumentaría el consumo nacional y el turismo, daría trabajo a miles de personas y mejoraría la imagen internacional del país, además de ser un enorme ahorro para el estado?

La única razón lógica para despilfarrar recursos en la financiación de estas salas-celdas de navegación y de impedir al pueblo acceder a la red desde sus casas, es la de poder censurar los contenidos de internet que no le conviene al régimen que sean vistos por el pueblo, así como espiar las comunicaciones y actividades de cada persona en la red y controlar quién entra y con qué frecuencia, en estas salas, lo cual equivale a conocer su identidad, poder adquisitivo y otras intimidades, y a controlar de cerca a los opositores. Si las salas no se llenan, no solo es porque sean caras, sino porque a nadie le gusta desnudarse ante extraños o meter la cabeza en la boca del tiranosaurio.


Lo más triste de todo es que, en su afán por mantener alejado al pueblo de Internet, para conservar el poder a toda costa, el gobierno de Castro se ha convertido en una verdadera Anti-Revolución que frena el desarrollo económico, tecnológico y cultural del país, condenando a los cubanos a vivir en la miseria y el atraso, congelados en el tiempo y aislados del mundo como en un Jurassic Park.



Un mensaje de la Campaña Free Internet Cuba. 1140 Firmas hasta el momento y Subiendo! ¡Porque tú puedes y ellos no, firma y pasa la voz! www.change.org/freeinternetcuba.




                                                  ¡hAstA La viCToriA NuNcA!


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