Llevo unos días jugando con un par de aplicaciones nuevas: Vine, de micro vídeos, y Gifboom, de gifs. Son muy sencillas, limitadas y tienden a una calidad de imagen baja, pero permiten llevar a cabo ideas simples en pocos minutos, y con un poco de práctica se pueden conseguir experiencias interesantes, interactuando en las redes sociales.
Están concebidas para publicidad en la red y mensajes casi instantáneos, con una dinámica que empuja hacia la improvisación y la síntesis; por eso esta selección de vídeo loops y gifs sonoros, aunque trata los mismos temas que suelo trabajar últimamente, su resultado es tan particular que no podría incluirlos en las series Kubafutura y Arte Incurable. Están más cerca de los garabatos que hago en libretas, pero se mueven y suenan.
Algunos los hice acostado en la cama, como quien lee un par de páginas de un libro hasta que se queda dormido. A la mañana siguiente buscaba en el iphone, pues no recordaba bien lo que había hecho, como si fuera escritura automática. De esos he borrado un montón, que no valían más que para sicoanálisis, pero uno quedó bastante bien, que terminé de editar en un estado intermedio entre ondas theta y delta, pues al día siguiente no recordaba qué música le había puesto a la frase "Yo tengo mi onda y no es la de David". En dicho estado debe haberme parecido lo más lógico del mundo acompañarla con "La Recuperación del Unicornio" de Leo Masliah; después ya no tanto( pero la conexión está ahí ). Pero otra característica que, para bien o para mal, poseen estas aplicaciones, es que son irreversibles. Terminarlas y publicarlas es lo mismo; puedes borrarlas, pero no cambiarlas.
Ah, y también son adictivas.
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| B-ART |
Lo
haCemos
p0r tU
bieN
¡hAstA La viCToriA NuNcA!
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